El festival de la Inmaculada, una huella imborrable en el corazón y aprendizaje de nuestros alumnos
Desde hace ya dos décadas, cuando se aproxima la festividad de la Inmaculada Concepción, las aulas de ESO de nuestro colegio, al igual que sucede en el resto de centros de la Fundación Spínola, se transforman a determinadas horas en improvisados estudios musicales. En ellas los alumnos se afanan por crear, inspirándose habitualmente en sus cantantes y canciones favoritos, hermosas composiciones en las que reflejan su cariño a la Virgen, describen las maravillosas cualidades de María y expresan cuánto significa para ellos.
El esfuerzo y la dedicación de los chicos culminan con la celebración de un precioso festival. En él las distintas clases realizan cuidadas puestas en escena y cantan ante la presencia de todos los compañeros de etapa y de 6º de Primaria -estos últimos asisten como invitados especiales a fin de que se familiaricen con una actividad en la que participarán el curso siguiente-. Cada edición despierta la admiración de todos los presentes, quienes, con la emoción a flor de piel, disfrutan de un maravilloso homenaje a nuestra madre Inmaculada.
Esta actividad es de gran valor pedagógico, puesto que permite a los alumnos aplicar habilidades y contenidos de varias áreas curriculares, al tiempo que desarrollan algunas de las inteligencias múltiples, una de las claves pedagógicas de la Fundación Spínola y de nuestro colegio. La composición escrita y la creación literaria, al escribir las letras de sus canciones; los procesos de reflexión y conceptualización de qué ideas sobre la Virgen desean recoger en sus canciones; el trabajo en equipo, con continuos diálogos, interacción y colaboración entre compañeros; el diseño de la puesta en escena y la utilización de recursos que la hagan atractiva y acorde al contexto en el que se realiza; las expresiones musical y corporal, durante la creación de la letra, los ensayos y en el momento de la actuación. En definitiva, una actividad de enorme riqueza didáctica, y ante todo, una hermosa experiencia desde el prisma religioso y cristiano, que deja una huella imborrable entre los mejores recuerdos escolares que llenan las mochilas de nuestros chicos.