La importancia de trabajar la cultura de la interioridad en el aula
Hemos creado un material propio para estimular cada día en el aula la competencia espiritual y atención plena en los alumnos
¿Por qué es importante trabajar la cultura de la interioridad en el aula? La inteligencia espiritual es muy útil en la vida práctica porque nos permite tomar distancia respecto a nuestro cuerpo, nuestras acciones, nuestras convicciones y principios, nos permite sentirnos parte integrante de un todo, nos permite derrumbar fronteras y captar lo esencial. Desde esta idea de inteligencia, entendemos por competencia espiritual la capacidad de construir la propia identidad personal y descubrir el sentido de la vida y se encuentra en nuestro proyecto pedagógico-pastoral.
La interioridad o la atención plena es una capacidad latente, está ahí pero requiere de cultivo, necesita la interacción, necesita la estimulación para que se despierte y se desarrolle. Por lo tanto, es necesaria una educación de la inteligencia espiritual y requiere de procesos educativos como el resto de inteligencias. En el caso de nuestro centro, este año hemos dado un paso más en su práctica tomando la iniciativa de crear un material propio que se adapta a cada etapa.
Así, tras recibir una formación específica, hemos confeccionado diversas dinámicas que ayudan a hacer silencio interior y tomar conciencia de un mismo. Cada día, tras rezar el Ángelus, comienza la práctica en cada una de las aulas que ayuda a la calma tras el tiempo de recreo y mejora la concentración de los alumnos previa a la siguiente materia. “Una serie de audios guían las sesiones que pueden ser impartidas por cualquier profesor del claustro, puesto que todos están formados. La competencia espiritual es transversal”.
Además de facilitar un clima de atención y calma en las aulas, esta práctica contribuye al conocimiento personal y la autoconciencia, la comprensión de las emociones, la proyección de futuro. También ayuda en las relaciones, pues invita a ir más allá de las apariencias y contemplar y admirar la realidad.
La inteligencia espiritual es una modalidad de inteligencia que nos faculta para desarrollar determinadas actividades que no están contempladas en otras modalidades de inteligencia; por ejemplo, preguntarse por el sentido de la existencia, maravillarse delante de la realidad, valorar los propios actos, darse gratuitamente y, sobre todo, hacerse las últimas preguntas: dónde voy, de dónde vengo, cuál es el sentido de la existencia.