María, nuestra Reina, coronada con la emoción de todos nuestros alumnos
Todos los años, el cierre del mes de mayo es especial, sin duda… Dedicamos todo el mes a María y cuando nos ponemos frente a su mirada de Madre y hacemos balance de todo lo vivido, no podemos evitar emocionarnos. Sin embargo, quizás, este curso, la Coronación ha supuesto para nuestra comunidad educativa un punto de inflexión a estos años tan difíciles y atípicos que nos ha tocado experimentar. Hemos disfrutado de unas celebraciones preciosas en la Iglesia de nuestro colegio y hemos recuperado una normalidad cargada de tradiciones que conforman las raíces de nuestro carisma Spínola.
Con ilusión, nuestros niños de Infantil, Primaria y Secundaria han podido poner su broche de oro a un mes de mayo cargado de oraciones, sonrisas y emociones. Desde la preparación de la corona, pasando por el ofrecimiento de los claveles a la Virgen, hasta el momento de coronarla como “nuestra Reina”, cada momento es único y está cargado de significado.
Para los más pequeños, este evento supone acercarse a la Virgen Inmaculada, y es una experiencia que quedará para siempre grabada en sus corazones. A ella la recuerdan como su “mamá del cielo”. Para los mayores, es un momento que sabe a despedida y rebosa gratitud por todos los recuerdos creados en el cole, que les acompañarán en el nuevo camino que pronto comenzarán a recorrer.
Agradecemos, también a todos los antiguos alumnos que nos quisieron acompañar en la Eucaristía y seguir estando presentes en uno de los días más señalados de nuestro centro. Para todos los que los vivimos, se mantiene para siempre la esencia de este día tan especial y las emociones que despierta esta celebración en los que formamos parte de la Familia Spínola.